lunes, 6 de febrero de 2012
Mil machetes
Les presentamos nuestra revista digital que abordará temas de literatura, cine, crónica (roja o no), entre otros.
Pasen:
http://milmachetes.ec/
viernes, 18 de noviembre de 2011
domingo, 6 de noviembre de 2011
domingo, 28 de agosto de 2011
Lo perverso
El término perverso proviene del latín perversus y designa todo aquello que se desvía o trastoca el orden convencional. Esta definición etimológica es, en sí misma, significativa, dado que evidencia, en primer lugar, el carácter preeminentemente negativo de la palabra y, por ende, de todo lo que a ella se relacione. En segundo lugar, y derivado de este matiz negativo, el término perverso ilumina el conjunto de creencias y prejuicios que estructuran lo que se denomina como el “estado habitual de las cosas”.
Esta concepción de un determinado orden social es propia del pensamiento racionalista y se puede ver plasmada, por ejemplo, en la geometría euclidiana, donde la linealidad o el sentido unívoco buscan que el tejido que subyace debajo de todas las relaciones, y en todos los ámbitos de la actividad humana, se conforme de “líneas rectas” (es bien conocido el axioma que reza que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta).
La hybris helena y el conocido Tártaro o lugar de los suplicios eternos son otra muestra de la permanente preocupación por evitar y corregir todo aquello que se relaciona con lo perverso. Y es dentro de la misma tradición griega donde empieza a vincularse a la literatura con un cierto rasgo de perversidad cuando Platón, en su República, opera la famosa expulsión de los poetas por considerar peligroso el hecho de que trastocaran el sentido habitual de las palabras y, concomitantemente, el de las ideas y nociones de todo el Estado. El sentido unívoco del lenguaje garantiza un orden fundamental: el de la comunicación, sobre y mediante la cual se edifica la sociedad.
El cristianismo, a su vez, introducirá la noción de pecado para todo comportamiento que atente contra el mandato divino y, también, el concepto de herejía para cualquier interpretación que no esté dentro del dogma de la Iglesia. Finalmente, con el advenimiento de los Estados, serán ellos los encargados de normar la vida social y de determinar lo que se considera como inapropiado de acuerdo a las leyes.
Desde la psicología clásica, lo perverso estaba asociado sobre todo a las conductas sexuales que se consideraban como apartadas de lo “normal”, tales como el sadomasoquismo, el voyerismo, entre otras. Aquí, entonces, la convención o el status quo de la sexualidad está determinado desde la ciencia y de que lo que ésta, históricamente, consideraba como apropiado o natural para el ser humano. Freud, en sus Tres ensayos sobre teoría sexual, aborda el tema y modifica sustancialmente la idea de la perversión, pues plantea que lo perverso puede hallarse en cualquier ser humano que se considere relativamente normal y afirma, además, que lo perverso vendría a ser una suerte de “negativo” de la neurosis. Es decir, que la persona se encuentra enfrentada de una u otra forma a su libido, a sus pulsiones sexuales, y la distorsión de ellas que se opera en el inconsciente o su represión desde el super-yo vendrían a determinar la neurosis, el trastorno en su personalidad. En la perversión, en cambio, la persona asume las pulsiones y la censura se encuentra anulada; de ahí que se entienda a los perverso no como lo opuesto a la neurosis sino como su negativo.